El dato de CPI en EEUU publicado la semana pasada vino por encima de lo esperado, alcanzando una tasa anualizada de inflación cerca de 7.5%. El reporte mostró que los alimentos, la energía y la vivienda fueron las categorías que tuvieron más incidencia en el registro. El reporte también muestra que los problemas de cadena de suministro y escasez de componentes eléctricos están teniendo repercusión en los precios de los bienes. De la misma forma, el reporte de empleos de enero mostró un nuevo crecimiento de los salarios, lo cual también muestra la tendencia subyacente de la inflación y el estado actual del mercado laboral.
Los mercados han estado ajustando la probabilidad de aumento de tasas de interés por parte de la FED. En este momento el mercado de futuros asigna menos de 2% de probabilidad a que se realicen máximo 4 aumentos de 0,25% este año; más del 75% cree que se realizarán entre 150bps y 225bps de aumento antes del 2023, lo cual podría implicar hasta una subida de 50bps en alguna de las reuniones del comité de política monetaria o un aumento de tasas de emergencia antes de otra reunión; esto no ocurre desde hace varias décadas.