Las preocupaciones sobre la inflación tomaron un rol secundario la semana pasada, centrando el foco en los reportes de ganancias de las corporaciones. La actividad europea sigue estando amenazada por la guerra en Ucrania, la política de cero tolerancia al COVID en China está pesando en el crecimiento económico y EEUU está desacelerando su crecimiento gracias la combinación del debilitamiento internacional y una demanda doméstica sólida, haciendo que crezcan las importaciones y caigan las exportaciones, situación que espera mantenerse hasta que mejore el escenario geopolítico.
Las acciones volvieron a sus niveles más bajos de este año, con el S&P y el Nasdaq abajo 12,92% y 21% respectivamente YTD. Hay expectativas de un camino complicado para el resto del año gracias a la estricta política monetaria, pero una demanda resiliente, poder de mercado y una posición financiera saludable puede mantener el crecimiento de las ganancias y mitigar los efectos macro.