La noticia de la semana fueron los reportes de CPI y PPI que mostraron una desaceleración de la inflación durante el mes de
julio. Los mercados parecen haber recibido estas lecturas de forma positiva, ya que fueron menor a lo esperado. El hecho de que el petróleo y otras materias primas hayan estado retrocediendo durante los últimos meses se está empezando a reflejar en los precios que paga el consumidor. En otras áreas como vestimenta y carros usados también se observa una desaceleración en los precios, lo que entusiasma a los analistas con que el pico inflacionario pudiera estar quedando atrás.
Aún así, las lecturas de inflación no dejan de ser elevadas y si bien estos datos pueden ser bien vistos por una Reserva Federal que intenta proceder con cautela, las tasas de interés aún están muy por debajo en términos reales, por lo que es muy temprano para pensar en una pausa en el ciclo de aumentos de tasas.