El dato destacado de la semana fue el reporte de PIB del cuarto trimestre. El dato fue mayor a lo esperado, con la actividad económica
creciendo al 2.9% en términos anualizados, por encima del 2.6% esperado. Pero detrás de este número, el consumo muestra señales de
estar desacelerando. El gasto en bienes creció al 1.1% anualizado, mientras que el consumo de servicios se expandió al 2.6%.
El mayor contribuidor al PIB fue el crecimiento en inventarios, que sumó 1.5 puntos de los 2.9. Mientras que las inversiones retrocedieron
en el trimestre para cerrar cerca de 1% en el año.
Para los analistas esto es una clara señal de que la economía está perdiendo inercia, debido a que son los componentes más volátiles los que hicieron crecer la economía. Por otro lado, mientras la tendencia en el consumo de servicios se mantenga fuerte, la FED tiene razones para mantener su discurso.