En medio de la continua volatilidad cerró el primer semestre del año, con retrocesos de 19,1% y 28,6% del S&P 500 y del NASDAQ
respectivamente. A medida que nos adentramos en el segundo semestre, la inflación sigue siendo el foco de atención de los consumidores y de los policymakers, mientras que los mercados financieros pueden estar prediciendo una desaceleración económica.
El S&P se encuentra en terrenos de bear market, lo que ha coincidido en el 70% de las veces anteriores con una recesión. Sectores como el de servicios públicos, productos básicos de consumo y cuidado de la salud han sido los únicos, junto con energía, en superar los rendimientos del mercado, debido a que son considerados sectores defensivos ante una recesión por tener demandas estables a pesar de las condiciones económicas.